El presidente de la CEP, José Manuel Fernández Alvariño, ha calificado la decisión de Portugal como un "error político grave", ya que tendrá "repercusiones negativas" sobre el desarrollo económico e industrial, y sobre la movilidad de la eurorregión Galicia-Norte de Portugal. Además, ha recordado que se altera la libre competencia, y ha reclamado que las empresas gallegas y las portuguesas tengan "las mismas condiciones para competir".
Fernández Alvariño también ha criticado que el Ejecutivo luso no haya contemplado una alternativa de pago en efectivo o con tarjeta de crédito para esos peajes, ya que obliga a la adquisición de dispositivos para la colocación en los vehículos. Precisamente, la posibilidad de pago en efectivo o tarjeta es una de las peticiones consensuadas este lunes por los empresarios.
También se ha acordado pedir la exención de pago a los vehículos que se emplean en la actividad empresarial, ya que hay más de un millar de empresas cuyos transportes se realizan por las autovías del Norte de Portugal. A este respecto, los empresarios han recordado que "no hay alternativa" a esas vías -que serán de pago a partir del 15 de octubre-, ya que la carretera N-13 tiene un alto índice de siniestralidad.
Por su parte, el presidente de la Asociación Empresarial de Viana do Castelo, José Luis Ceia, también ha apuntado que los nuevos peajes se implantarán de forma diferente en el sur y en el norte de Portugal -en el sur se pondrán en marcha más tarde, y con precios por kilómetros en función del tramo-, por lo que ha pedido que la entrada en vigor de las nuevas tasas sea "simultánea y con el mismo precio" en todo el territorio luso.
|El Mundo|
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